lunes, octubre 23, 2006

Madres solteras

Hoy dejé a la Renatita en la sala cuna y estaba muy seria. Qué pena. El fin de semana durmió y regaloneamos mucho, la pasamos increíble, está muy rica. Ayer en la edición dominical de La Nación apareció un artículo sobre las "madres solteras por elección". Pienso que es una medida extrema. Un tema es que las cosas te hayan resultado así en la vida y otro es la racionalidad del cálculo, del plan. Bueno, sin pretender hacer algún juicio, me llama la atención y le daré alguna vuelta al asunto... además, cuándo es que decides tener un hijo sola? Cuando corres el riesgo, cuando sabes que el sujeto no te acompañará, cuando...
Y puede ser una triste respuesta adaptativa, o se trata de tomar el toro por las astas ante una realidad que siempre nos superó y "más vale sola que mal acompañada". No tengo dudas que muchas todavía están pagando caro la "elección" de la maternidad "en familia"... o simplemente no se atrevieron. Bueno, de todo habrá,las experiencias son únicas. Sobre esto hay un grupo en internet: http://groups.msn.com/madresoltera

martes, octubre 17, 2006

Tercera Semana


Estamos en la tercera semana de yo-trabajo, Renata- sala cuna. La Renatita va en su segundo resfrío y yo no he conseguido retomar el yoga. En fin. Acá en la oficina no sé por qué no puedo subir fotos. Hay mucho trabajo. Mi niña está creciendo rápido, ahora se distrae cuando toma papa. Tuve que hacer un dibujo de ella que me pidieron como tarea para la "semana del jardín". Me esforcé, me gustó hacerlo, creo que no quedó tan mal. Quizás cuando pueda subir fotos de nuevo la publique. También me pidieron una foto "familiar". Dudé, dudé... traté de tomarnos una foto las dos con el Nino (nuestro gato), pero no resultó. Al final mandé una foto de las dos, la mejor de una sesión de con disparo automático. Si se referían a la familia nuclear, somos las dos. Los vínculos parentales, consanguíneos, extensivos, probablemente afectivos, etc. son otro cuento. Y así es nuestra vida. Me gusta vivir con ella.

martes, octubre 10, 2006

Primera Semana

Domingo 1 de octubre de 2006

Mañana empieza una nueva etapa para Renata y para mí. Es su primer día en la sala cuna y estamos muy emocionadas. Creo que no va a ser tan difícil, me he propuesto tomarlo con mucha calma, de un día a la vez, y trato de quitarle la carga “escolar-institucional” del asunto, lo que requiere quitarle el peso de mis experiencias para abrirle a ella un camino nuevo. También es la idea poder estar más tranquila para ella, para poder darle un tiempo de calidad . Yo vuelvo a trabajar, pero ya no como antes. Ella es y será el centro de mi vida, y con esa alegría nueva es que enfrentaré ahora el trabajo y cada día de mi vida. Con esta nueva luz, con esta nueva esperanza y felicidad.
Tengo todo preparado: su mochilita con sus cosas, su ropita marcada, la heladera llena de leche para que no le vaya a faltar. Volveré todos los días a amamantarla a la hora de almuerzo y cada vez que pueda la iré a buscar temprano para compartir con ella, jugar, “conversar”, darle mucho pecho, quizás llorar un poco, y así... seguir maravillándome de lo que es, cómo crece y aprende, cómo es tan bello su ser...

Lunes 2 de octubre de 2006

Hoy la Renatita tuvo su primer día de sala cuna y fue difícil. A pesar de que confío en que es la mejor opción que podía tomar, que me gustó el lugar, que me dio confianza, etc., no dejaba de ser algo angustiante. Sobre todo se hizo larga la mañana, y creciente la ansiedad en el camino de vuelta: el trayecto al paradero, esperar la micro... No se bien cómo habrá sido para ella, dicen las tías que estuvo bien, que estuvo atenta explorando el lugar, que se rió con algunos juguetes... pero no es suficiente lo que me puedan decir si yo no estuve allí. Le dejé una mamadera con “mi leche” para media mañana que se la tomó toda y le fui a dar papa al mediodía: estuvo muy “guaguita”, tomó pecho tranquila y se durmió. La dejé de nuevo un par de horas para avanzar con el trabajo en la casa (el jardín está al frente), y la fui a buscar temprano, pero cuando llegué me dijeron que estaba con hambre y que estuvo llorando un poco. Me hubiera gustado verla más contenta pero bueno...
Y pienso cosas como que mi propia experiencia de bebé y sala cuna fue mucho más radical: la sala cuna más “instituciónal”, con un horario más rígido, con un enfoque de crianza más restrictivos en cuanto a la atención de las necesidades de contacto y afectivas de los bebés, las condiciones materiales de mi madre más limitadas, en fin. Y las consecuencias no fueron TAN desastrosas, nada que una buena terapia pueda ayudar a sanar, (¡!?) ... y que al final lo principal será la solidez del vínculo conmigo, la calidez del hogar que la acoge, la seguridad del afecto y compañía que yo puedo ofrecerle, en fin....pequeñita, tan pequeñita...
En la oficina me preguntaban por ella y yo: “en su primer día de sala cuna”. “Pobrecita”, me decían, y yo pensaba: pobrecita ella o pobrecita yo? Según la tía- directora del jardín, esta etapa es más difícil para la mamá que para el bebé. Yo no lo sé, no sé si alguien o alguna teoría pueda darme esa certeza. Pero ahora funciona como posible consuelo, como paliativo de esto que se sufre...
Mañana cumplo 31 años y lo mejor de mi día será compartirlo con mi pequeña... claro que tendré que trabajar, pero la iré a buscar al mediodía para estar lo más posible con ella. Pensar que hace un año ni siquiera imaginaba en qué iba a estar ahora, que mi vida daría este tremendo vuelco... Primer año que no necesitaré de ningún otro adorno, de ningún saludo ni celebración para sentir que es un día especial, porque ahora cada día lo es, y estar solas y tranquila con mi chiquitita es siempre el mejor regalo para mí...

4 de octubre

Hoy la Renatita se mostró más contenta en la sala cuna. Cuando la fui a buscar estaba muy despierta y contenta, le sonrió a la tía, y yo quedé feliz!!
En la casa estuvimos flor, le saqué unas carcajadas con besitos y cosquillas, ella me mostraba cómo juntaba sus manitos (algo tan simple, pero una sabe que es un gran avance), y le canté algunas canciones con mi guitarra nueva (regalo de cumpleaños) que ella disfrutó mucho.
Mientras caminaba de vuelta con ella del jardín, me pareció que si así iba a ser mi vida en adelante pues, me gusta mucho!!
Solo me asusta que el trabajo se pueda poner más demandante, pues ahora lo estoy tomando con mucho relajo y pareciera que andamos justas con el tiempo. Pero bueno, un día a la vez.


9 de octubre

Pasamos con la Renatita una semana muy intensa. Ella empezó a ir al jardín Anumrayen, que en mapuche significa “cultivo de flores”. Muy lindo. Los dos primeros días estuvo algo difícil para mí, pero ya al tercero noté evidencias de que se lo pasaba bastante bien ahí, lo que me dejó algo más tranquila. Y terminó la semana resfriada! Mi pobrecita niña, el día más duro fue el domingo, con algo de fiebre y episodios de penita de enferma, mi chiquitita, lloraba como nunca, con sus ojitos brillantes... pero no duró mucho más y volvió a moverse mucho y a estar contenta. Ojalá que se haya fortalecido su sistema con este evento. No sé si mi propio estrés habrá contribuido a su enfermedad, me di cuenta de que estuve estresada por varios sueños bien inquietantes que tuve durante la semana. A pesar de no sentirme particularmente en crisis, el shock ha de haber sido grande y las consecuencias ídem para ambas. De haber pasado tanto tiempo muy tranquilas en una intimidad tan plena... Por suerte la primavera ayuda en muchas cosas e invita a una expansión hacia el “exterior”. Para mí ha sido, en todo caso, un “hueveo”: organizar la producción de leche, las idas a dar papa, el trabajo que se vino “con todo”, los asuntos domésticos, etc. etc... y a pesar de que creo estarlo administrando bastante bien y cada vez mejor, no deja de ser ultra-demandante. Deberé concentrarme mucho para contar con recursos para compensar: a ver si empiezo a incluir esta semana rutinas de yoga, necesarias para nuestro bien-estar general.