25 de enero. Mañana Renata cumple siete meses y hoy me sentí muy dichosa, como solo ocurre en esos momentos especiales... deben ser las endorfinas que, como cuando te enamoras, hacen tan bien su trabajo. Quizás resultó porque la luz del día, la temperatura a cierta hora de la tarde, lo bien que se siente andar por la calle con ella, o quizás también porque muchas cosas salieron bien hoy, entre esas, el control médico de Renata. Algo tiene el doctor que siempre me ha dejado muy contenta, con una sensación de seguridad que una madre sola como yo agradece de manera especial: seguridad de que ella está bien y que por lo tanto vamos bien, y seguridad porque se muestra dispuesto y disponible a que le llame por teléfono, le escriba por mail, si tengo cualquier duda o algo. Luego a la salida nos encontramos con unas amigas mías, compañeras muy queridas del flamenco, y resultó en una visita inesperada, grata conversación y compartir, ver videos de baile, música... y Renata estaba muy contenta y entusiasmada! Pienso que algo le debe haber marcado las clases prenatales de flamenco que tomé con ella -mis clases regulares que continué hasta el sexto mes-, los espectáculos a los que asistimos hasta cerca del octavo, y la música que hemos escuchado: desde Camarón, pasando por Pepe Habichuela, Vicente Amigo, Gerardo Núñez y El Cigala, principalmente. Se que no debo imponerle mis gustos y que ella desarrollará los suyos propios, pero me hace mucha ilusión que en el futuro se interese por aprender este arte que a mí me ha dado muchas satisfacciones y felicidad... Algo similar con el yoga, pienso que ya ha influido positivamente en su vida, y quiero poder enseñarle pronto algunas cosas, como el beneficio de respirar con atención, de bien plantarse con los pies sobre la tierra, aprender a relajarse y hacer conciente de que cada parte de su cuerpo, músculos, piel, células, son parte mágica de ella que merece respeto, atención y ejercicio... En fin, es algo que me da mucha tranquilidad el saber que incluso antes de su concepción se estuvo pavimentando en mí un camino de cosas, aprendizajes y experiencias que son parte de mi legado para Renata: herramientas para conocerse, desarrollarse y disfrutar de su vida maravillosa. Bueno, Renata cumple siete meses y ya se le han asomado sus cuatro dientes superiores y dos inferiores, está comiendo muchas cosas nuevas y con gran entusiasmo. Está pesando 8.700 kg, mide 67 cm y goza de muy buena salud. También está haciendo serios esfuerzos por gatear, trata de pararse en la cuna y mantenerse de pie (con apoyo), y cómo responde si le propongo un juego o algún motivo para reirse!!! Lo que más me gusta es cuando me toma del pelo o de la cara con fuerza y me acerca a su boquita abierta haciendo un ruidito, como si me quisiera comer, tal como yo me la quiero comer a ella. Lo otro que me derrite es acompañar su despertar y ver su primera sonrisa del día...
viernes, enero 26, 2007
miércoles, enero 24, 2007
La casa 12, el cordón psíquico y algo más
Algo entusiasmada con los asuntos de la astrología, estuve revisando un libro sobre la casa 12. Descubrí con gran asombro cómo coincide el significado profundo de esta casa con las experiencias tempranas de las personas y cómo influye el hecho de la conexión inconciente con los padres (principalmente con la madre, pero si el padre está significativamente presente también, o por mediación del inconciente de la madre). El texto se refiere a que habría una suerte de cordón umbilical psíquico que conecta al niño/niña con el inconciente de la madre, y por mediación de este, con el inconciente colectivo, o sea, con la fuente de toda experiencia, sabiduría, herencias, de la humanidad. Este cordón estaría asociado también a experiencias telepáticas que se producen entre madre e hijo a edades tempranas. Dependiendo de cada caso el cordón psíquico debiera irse cortando, creo que alrededor de los siete años en forma más menos definitiva, asunto necesario para la formación sana del individuo, a riesgo de sufrir trastornos adaptativos serios.
Bueno, y la casa 12 también estaría representando la sombra, en el decir junguiano, aquello con lo que no queremos identificarnos pero que está allí, probablemente heredado de asuntos irresueltos de los padres. No se si me equivoco, pero por ahí va.
Lo otro maravilloso que sucede es que habría una cierta sincronía entre la evolución de los padres e hijos, de manera que si trabajamos con nuestros asuntos pendientes, iluminamos nuestras sombras, etc. les estaríamos haciendo un favor a nuestros hijos. Lo que no quita, por cierto, que ellos harán su propio camino de crecimiento.
Entonces, a pesar de que no sé bien qué signifique tener venus y casi saturno en la doce, el regente de la 12 en cuadratura con saturno y oposición júpiter... me imagino que algo puedo hacer por el urano en la doce de mi hijita, pero necesitaría seguir en terapia o explorar en otras alternativas pero bueno, continuaré leyendo mientras tanto.
Bueno, y la casa 12 también estaría representando la sombra, en el decir junguiano, aquello con lo que no queremos identificarnos pero que está allí, probablemente heredado de asuntos irresueltos de los padres. No se si me equivoco, pero por ahí va.
Lo otro maravilloso que sucede es que habría una cierta sincronía entre la evolución de los padres e hijos, de manera que si trabajamos con nuestros asuntos pendientes, iluminamos nuestras sombras, etc. les estaríamos haciendo un favor a nuestros hijos. Lo que no quita, por cierto, que ellos harán su propio camino de crecimiento.
Entonces, a pesar de que no sé bien qué signifique tener venus y casi saturno en la doce, el regente de la 12 en cuadratura con saturno y oposición júpiter... me imagino que algo puedo hacer por el urano en la doce de mi hijita, pero necesitaría seguir en terapia o explorar en otras alternativas pero bueno, continuaré leyendo mientras tanto.
martes, enero 16, 2007
Renata y los astros
Renata tiene el sol y luna en conjunción, en el signo de Cáncer y en la casa 4. Mi amiga, la astróloga, me comentó que generalmente la conjunción del sol y de la luna indican que uno de los padres asumió los dos papeles, o que en realidad son muy unidos, el cual dista muchísimo de ser mi caso. Si mal no recuerdo el lugar del padre y de la madre se lo reparten entre la casa 10 y la 4. En la diez no hay ni ningún planeta, en la cuatro la luna y el sol en conjunción, en el signo de cáncer, cuyo regente es la luna y está muy vinculado a los temas maternos y a lo emocional. Lo mismo la casa 4, casa de agua vinculada al hogar y la familia, la intimidad... Podría ser casi redundante. Ascendente piscis, también de agua y con la emoción como tema central.
Me encanta Renata, tan diferente de mí, sol en libra, ascendente y luna en virgo, el colmo de lo intelectual, humanizada y ordenada. De hecho, una de las tareas que me diera mi astróloga-psico-terapeuta por ahí por noviembre de 2005 fue conectarme con mis emociones y yo no sabía cómo podía ser eso posible. No es un detalle que haya comenzado la terapia al inicio de mi embarazo. Mi mayor encuentro en la vida me ha venido a dar grandes enseñanzas y me encanta esto de compartir con este ser tan sensible, que vive y existe de formas tan diferentes a las mías, y pensar en cómo se va a ir desarrollando nuestra relación en el tiempo: nuestra vida juntas. Y según su carta natal seremos unidas, que no es el caso, por ejemplo, con mi propia madre.
La astrología me ha dado muy bonitas lecciones y sorpresas, y una de las cosas que más valoro es que me ha ayudado a comprenderme en conexión con el cosmos, la sensación de comunión con la vida, energía, que incluye a todos los seres, no se si me explico, pero las cosas que nos pasan, nuestras relaciones, todo cobra sentido. Y algo similar experimenté durante el embarazo: el sentimiento unitario con la vida. Este sentimiento que en el psicoanálisis se vincula con la madre y cuyo quiebre es fuente de grandes sufrimientos humanos (un poco posmoderno el rollo, pero tiene que ver con la crisis y la fragmentación).
En fin.
Me encanta Renata, tan diferente de mí, sol en libra, ascendente y luna en virgo, el colmo de lo intelectual, humanizada y ordenada. De hecho, una de las tareas que me diera mi astróloga-psico-terapeuta por ahí por noviembre de 2005 fue conectarme con mis emociones y yo no sabía cómo podía ser eso posible. No es un detalle que haya comenzado la terapia al inicio de mi embarazo. Mi mayor encuentro en la vida me ha venido a dar grandes enseñanzas y me encanta esto de compartir con este ser tan sensible, que vive y existe de formas tan diferentes a las mías, y pensar en cómo se va a ir desarrollando nuestra relación en el tiempo: nuestra vida juntas. Y según su carta natal seremos unidas, que no es el caso, por ejemplo, con mi propia madre.
La astrología me ha dado muy bonitas lecciones y sorpresas, y una de las cosas que más valoro es que me ha ayudado a comprenderme en conexión con el cosmos, la sensación de comunión con la vida, energía, que incluye a todos los seres, no se si me explico, pero las cosas que nos pasan, nuestras relaciones, todo cobra sentido. Y algo similar experimenté durante el embarazo: el sentimiento unitario con la vida. Este sentimiento que en el psicoanálisis se vincula con la madre y cuyo quiebre es fuente de grandes sufrimientos humanos (un poco posmoderno el rollo, pero tiene que ver con la crisis y la fragmentación).
En fin.
lunes, enero 08, 2007
DOMINGO
Otro domingo contigo. Desde que estás aquí, los lunes nunca más fueron difíciles y ninguna mañana lo es. Otra semana más contigo y no quepo en mí de la dicha de tenerte aquí y re-aprender a disfrutar, mirar, tocar, conocer el mundo, oir la música y sentir... cómo no estamos solas puesto que participamos de algo más, de algo que tú conoces mejor que yo...
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