viernes, septiembre 29, 2006

El llanto


Justo había leído un interesante artículo sobre el llanto de los bebés, cuando me encuentro llenando la ficha de "Antecedentes Familiares" que me pidieron en la sala cuna. En ella me piden: "describa a su hijo" y anoto, entre otras cosas, que "rara vez llora".
Sobre este tema, el artículo aporta para varias reflexiones de interés, sobre todo atiende la necesidad de "trabajar el llanto". Al final sugiere algunos ejercicios para hacerlo relativos a explorar en la propia infancia... y bueno, recuerdo algo que tengo bastante claro: mis dificultades para llorar. Así que me dispuse a hacer más conciente mi actitud con el asunto.
Del texto, dos citas de interés:
"(...) los bebés no sólo lloran para satisfacer una necesidad inmediata (como el hambre o la necesidad de contacto físico), sino que el llanto cumple una función primordial en la descarga del estrés físico-emocional acumulado (causado por la insatisfacción de una necesidad primaria o por un suceso traumático). Así por ejemplo, un bebé que haya sufrido un parto difícil necesitará descargar el estrés de esa experiencia durante meses. Si el bebé es separado de la madre al nacer, aunque sólo sea unas horas, puede necesitar llorar esa experiencia de abandono e “inexplicable soledad” durante mucho tiempo. "
"(...) No hay nada malo en cantar y zarandear rítmicamente a un bebé, pero deja de ser un hábito sano cuando se utiliza sistemáticamente para distraer al bebé de lo que siente. Cuando esto sucede, estos hábitos sirven para adormecer sus sensaciones de malestar, ansiedad o miedo, pero no las resuelven. Los bebés necesitan dar salida a los sentimientos y tensiones antes de poder dormirse en paz. Cuando los padres interferimos en la expresión de lo que siente, aunque lo hagamos con la mejor intención, no le hacemos ningún favor al bebé."
Y sucedió que ayer en la consulta del pediatra a Renata le vino un ataque de llanto como nunca... y en la noche, en vez de insistir en el paseito y las canciones para dormir, solo la sostuve en brazos... y pronto estábamos las dos llorando...
Igual es re-difícil y no aguanté mucho rato, pero creo que es un avance.
El artículo completo está en: http://metodoestivill.com.ar/

lunes, septiembre 25, 2006

Tres meses



Y cumplimos la meta de los tres meses, muy bien logrados, por lo demás. Mi chiquitita es un encanto de dulce, está muy saludable y gordita...
Qué puedo decir, es invaluable la experiencia... que me ha enseñado mucho de mí misma, me ha dado de una fe renovada en la existencia, en sus dimensiones más espirituales como en las más terrenales. De la mano del convertirme en mujer-madre, siendo yo tan llevada al mundo de las ideas e imaginerías, he experimentado la versión más concreta de la vida... y quisiera citar, a propósito de esto, el
texto que encontré citado en otro blog de interés, que me pareció muy certero, y que habiendo sido escrito por un hombre, le agrega un valor especial...
Sobre todo he aprendido algo que siempre me costó: vivir en el presente... y es que Renata con su maravillosa presencia es lo que indica:
Ella tiene existencia real aquí y ahora: se hace presente con su respiración, con sus quejidos con los que reclama alimento, que la tomen en brazos, que la ayuden a dormir, que le canten canciones, que le muestren cosas nuevas...
Y vuelvo a escuchar en mi cabeza "
Cero y uno" de Café Tacuba, y recién comprendo el título de la canción (ausencia / presencia)...
Nada con el "amor platónico" ni fantasías sobre su futuro. Ella es ahora.
Mi hija es presente a mi lado, con cada aprendizaje, cada gesto que incorpora y practica... con su forma de mirar las cosas, de disfrutar cada día de un modo nuevo, de mover sus manos, sus piececitos, de hacerse cariñito en la cabeza y chupar su manito, de seguirme con la mirada como entendiendo que la mamá se mueve y no desaparece... o como ayer que la ví muy atenta tocando el borde del moisés, ensayando sus primeros tactos voluntarios...
No me la quiero perder ni un minuto, y es lo que más lamento de tener que volver a trabajar, pues no pasa mucho rato y la echo de menos, cada vez que no estoy con ella, y cada día despierto ansiosa por ver cómo despierta, por tomarla en brazos, llenarla de besos y buscar sus sonrisas... Más ahora que empiezan a ser más evidentes sus aprendizajes, me da pena pensar que me pueda perder alguno de sus magníficos logros...
Pero bien, comenzamos una nueva etapa, y estoy muy esperanzada de que siga siendo todo tan hermoso como hasta ahora.
Agradezco en especial la compañía y apoyos que se nos ofreció en estos meses.


En la foto, Renata sonriéndome en uno de sus maravillosos despertares.

domingo, septiembre 24, 2006

La playa


Y partimos no más, las dos mamás con sus guaguitas a la playa... y se pudo. La pasamos muy bien, una disfruta mucho esto de las "primeras experiencias", pues se reencanta de aquellas cosas simples de la vida. Se vienen además todos los recuerdos de la propia infancia, es removedor... Fue un viaje absolutamente terapéutico y que me ha hecho sentir aún mas unida con mi hija y a ambas con la vida... muy lindo todo, con muy buena compañía además.

lunes, septiembre 18, 2006

Primer 18


Por estos días Renata ha vivido sus primeras "fiestas patrias". Hemos asistido ya a algunos eventos asociados. En la foto: en la fonda familiar, con su tía, mi hermanita adorada. Lo ha disfrutado mucho mi niña, sobre todo ayer que hizo harto calor y pudo estar más "piluchita", cosa que le encanta. Además está muy sociable, aunque se relaja más en la intimidad, es una lindura cómo me conversa y se ríe... de hecho hoy le salieron sus primeras carcajadas mientras la mudaba y le daba besitos en los cachetes y el cuellito, es divina...
Estoy aprovechando de postear bien seguido, ya que la Renatita ahora duerme profundamente por las noches, y tengo tiempo de dedicarme a esto. Pero pronto volveré al trabajo y además voy a cortar el internet en la casa, por temas de presupuesto. Estará mejor gastada la plata en unas clases de yoga, que mucha falta me está haciendo.
Si todo sale bien, pasado mañana nos iremos unos días a la playa, un mini-retiro antes de volver al trabajo y Renata empezar en la sala cuna. Cómo la echaré de menos, pero intentaré estar con ella todo lo que se pueda, y concentrarme en todo para darle una mamá de calidad...

domingo, septiembre 17, 2006

La madre

A propósito del texto que cito más abajo. No es una la que inventó este cuento: la absoluta dependencia de nuestros hijos-hijas hacia nosotras; la importancia suprema de ese vínculo para la felicidad presente y futura de los seres que alumbramos...
Lo que no significa, sin embargo, que todas las mujeres estén habilitadas para un vínculo exitoso. El deseo y condición social juegan un papel, como también la experiencia con la propia madre habrá dejado sus huellas. Un tema que es crucial: ¿cómo hace una madre pobre, sobreexigida, desvalorizada, poco sostenida por el entorno, por una pareja presente o ausente, etc. para entregar a sus hijos un "cuidado sin interrupción"? Para muestra: ver el mundo cómo está, y todos los seres dolorosos que abundan en él, los amantes discontinuos, desorientados y enrabiados...
Siendo "el prototipo de todas las relaciones de amor para ambos sexos", determinante para la conformación de individos sanos, amantes de la vida y capaces de relacionarse amorosamente con el mundo... creo que merecemos más que un "día de la madre" -que más favorece la preservación de imágenes estereotipadas de la maternidad- un despliegue de apoyos sociales, morales y un respeto genuino. Lo que viene de cambios culturales profundos.
En lo macro, me indigna la desvalorización de la mujer en la sociedad y la cultura, y todas las discriminaciones asociadas. En lo micro, me duelen los que se sienten amenazados, que creen que una exagera, que se aprovecha de su condición para obtener beneficios... cuando la demanda es por lo mínimo: justicia, apoyo, reciprocidad... que irán sobre todo en beneficio de nuestros hijos.
Bueno, mientras tanto, a hacer nuestro mejor esfuerzo para dar mucho amor a nuestras criaturas, a pesar de todo.

EROS
La exigencia más elemental del si- mismo es la exigencia para sobrevivir. Si uno tiene oportunidad en la vida se debe a un cuidado sin interrupción. Y quien, sino la madre, cumple esa función. Lo que esto le cuesta en forma de tiempo, dolor, calorías, libido, es mayor sin duda de lo que le cuesta al padre. ¿Cómo puede acontecer en todos los tiempos? La respuesta es: amor. No es una cuestión de deseo, de condición social; una mujer no "decide" querer a su hijo. Es algo que le sucede. Ya desde el comienzo, madres y recién nacidos experimentan algo trascendente y sobrepersonal. El psiquiatra inglés Bowlbys nos dice que las madres y los niños no aprenden a quererse mutuamente, ya que están programados desde el nacimiento. Bowlbys asevera que es la herencia genética lo que determina el fenómeno.
Su teoría concuerda con Jung en que la relación madre-hijo se forma en el sistema arquetípico, y de forma inconsciente, en ambas partes. Ambos traen hacia sí los arquetipos del otro. El proceso se enriquece con el amor y lo hace rico en significado. Para el niño, este amor es la base para la futura seguridad. Escribe Bowlby -1951-: "Como si el cuidado de la madre fuera igual de necesario para el desarrollo de la personalidad, como la vitamina D para que el esqueleto se desarrolle de forma correcta.
Esto lo tenían, tanto Freud como Jung, muy claro antes de que Bowlby lo formulara. Freud describe la relación madre-hijo como única, sin paralelos, el prototipo de todas las relaciones de amor para ambos sexos. Jung le llama la más profunda de todas las relaciones que conocemos: "Nuestra capacidad de establecer una relación permanente con una persona del sexo opuesto, está supeditada en mayor o menor medida a cómo la relación con la madre haya sido de exitosa ".
Eric Erikson llama a este fenómeno "confianza básica". El sentimiento de poder confiar en su madre, en el mundo y en la vida. Estas tempranas vivencias son decisorias para un desarrollo sano y, si tienen un buen camino, funcionan como una vacunación natural contra el desarrollo de neurosis en el futuro del individuo. La relación que una madre pueda crear es la más importante de todas las relaciones, y cada mujer que tome el rol de madre también toma la responsabilidad por un largo tiempo. Es por eso que la naturaleza ha otorgado a la mujer abundante Eros, principio de amor y acercamiento psíquico.
En el momento que la relación madre-hijo se inicia, Eros toma forma, y de esta rica base nace nuestra identidad conciente. La conciencia del mundo y la seguridad en él, se crea a partir de esta relación de amor. Nosotros amaremos a la vida en la medida que el amor haya existido desde nuestra primera relación.


Fuente:
http://www.psicostasia.com/Rev04.htm

sábado, septiembre 16, 2006

Siempre intento hablarle de todo a mi hija: dicen que los bebés todo lo entienden. Sobre todo de cómo me siento, cuando estoy algo triste, cuando alguna confusión se cuela en la tranquilidad de nuestro idilio. Aun me tengo que forzar un poquito a hacerlo pues no deja de ser un acto de fé, hablarle así a una criatura tan pequeñita, pensar que te pueden entender... pero nos miramos y algo parece encajar. Es triste estar triste con tu guaguita, pero si se empuja un poquito es fácil cambiar de sintonía. Ayer probé con el flamenco: le estuve enseñando algunos pasitos y parecía disfrutar mucho: cómo miraba muy atenta, "aleteaba" y se reía!! Una maravilla mi maravilla. La amo con todo mi ser.

jueves, septiembre 14, 2006

De cuerpo entero

A propósito de las festividades patrias, una cueca de Violeta Parra (1917-1967), una mujer-artista- insólita que, entre otras cosas, se dedicó al rescate del floklor escondido en nuestros campos...
Hoy Renata asistió a su primer festejo dichiochero. Se lo durmió casi todo, pero estuvo presente.
La foto es de mis predilectas: "de cuerpo entero", Renata en tránsito y ensayando sus primeros movimientos...
Es curioso cómo se pueden reinterpretar las canciones a la luz de la maternidad...

De cuerpo entero

El humano está formado
de un espíritu y un cuerpo,
de un corazón que palpita
al son de los sentimientos.
Ay, no entiendo los amores,
ay ay ay del alma sola,
cuando el cuerpo es un río,
ay ay ay de bellas olas.
De bellas olas, sí,
ay ay ay que le dan vida;
si falta un elemento,
ay ay ay negra es la herida.
Comprende que te quiero
ay ay ay de cuerpo entero.

miércoles, septiembre 13, 2006

Poema de Rosario Castellanos


Rosario Castellanos (1925-1974) es una poetisa mexicana que descubrí hace unos años y que me ha gustado mucho por su escritura fememina y feminista.

De este poema se destaca el que escribe sobre el "lado B" de la maternidad, y a mí en particular me parece que los últimos cuatro versos describen una de las grandes dádivas y/o revelaciones que ofrece el devenir madre...




Se habla de Gabriel

Como todos los huéspedes mi hijo me estorbaba
ocupando un lugar que era mi lugar,
existiendo a deshora,
haciéndome partir en dos cada bocado.

Fea, enferma, aburrida
lo sentía crecer a mis expensas,
robarle su color a mi sangre, añadir
un peso y un volumen clandestinos
a mi modo de estar sobre la tierra.

Su cuerpo me pidió nacer, cederle el paso,
darle un sitio en el mundo,
la provisión de tiempo necesaria a su historia.

Consentí. Y por la herida en que partió, por esa
hemorragia de su desprendimiento
se fue también lo último que tuve de soledad,
de yo mirando tras de un vidrio.

Quedé abierta, ofrecida
a las visitaciones, al viento, a la presencia.

(En Rosario Castellanos, Poesía no eres tú. Editorial FCE, México, 1995).

Ser madre sola




"¿Y la tuvo así no más?" Cuando me toca contar que tuve una hija, eso comenta la gente. La primera vez que me preguntaron no entendí y en silencio esperé la aclaración "¿O te casaste?" Tuve que meditar antes de responder: "(pausa larga de pensamientos) No, no me casé". ¿Cómo podría decir, "Nooo, la tuve así no más"?. "Así no más", como si fuera... así no más...
En fin. Hace poco empecé a salir al mundo como una madre. Algunos con sus gestos, preguntas y comentarios, se encargan del adjetivo: "soltera". Yo en realidad me siento una madre sola, pero sola con mi bebé, que no es lo mismo que estar sola no más. Como no es lo mismo ser madre sola que soltera, porque qué dice eso: que no me casé, que pobrecita, que qué cosas.... Y antes que me califiquen, mejor afirmo: SOY MADRE SOLA, y me he encargado sola de todo: aparte de alojarla en mí y de los cuidados asociados en el embarazo, hube de construir y habilitar un hogar para ella, preparando su llegada. Y ahora, me ocupo de organizar y decidir todo respecto a su crianza y cuidados... haciendo a la vez de mama-dera, mamá cuna, mamá canciones y sonrisas. Empiezo también a retomar el trabajo y Renata su interacción con el mundo... me encontraré, como se dice, haciendo de madre y padre a la vez. Lo maravilloso es que resulta.
La psi me dice que debiera sentirme orgullosa, que he superado con creces la mayor prueba al narcisismo. Pero yo solo estoy tranquila. Es que mi sentido del deber es muy fuerte, y pienso que mi situación no es tan diferente a la de muchas mujeres madres, casadas o en pareja, que en el fondo son, como yo, madres solas. Y entonces yo me he ahorrado grandes angustias y sufrimientos, al ser madre SOLA SOLA, porque qué lata estar en rollos de pareja mientras estás embarazada o en plena revolución maternal... Y bueno, siendo el papel del padre el de apoyar a la madre (Ver Un punto de vista femenino respecto a la paternidad), no me complico demasiado: he aprendido a pedir y recibir ayuda.

(La foto nos la tome yo sola, obvio)

lunes, septiembre 11, 2006

En la mañana



Desperté hace dos horas y tengo sueño. La Renatita tomó papa, hicimos algunas cosas juntas, o sea, yo trataba de hacer algunas cosas y al mismo tiempo estar con ella: ordenar, desayunar, lavar la ropa, doblar la ropa, y otros menesteres. Surgieron en ese rato nuevas canciones, algunas antiguas, alojadas en algún rincón de mis memorias infantiles... Renata ahora se durmió y quiero aprovechar de trabajar un poco. Tengo sueño, es verdad que se duerme poco, pero pienso que al final, esta anormalidad resulta ser bastante normal. Tampoco dormía tanto antes de ser madre.
Esta foto es una de mis favoritas, me enternece tanto mi chiquitita con su inocencia... Ahora recién entiendo a mi madre cuando se le salía un "pobrecito..." ante un niño durmiendo.
Creo que ya despertó...

domingo, septiembre 10, 2006

Renata y yo frente a la ventana