lunes, septiembre 25, 2006
Tres meses
Y cumplimos la meta de los tres meses, muy bien logrados, por lo demás. Mi chiquitita es un encanto de dulce, está muy saludable y gordita...
Qué puedo decir, es invaluable la experiencia... que me ha enseñado mucho de mí misma, me ha dado de una fe renovada en la existencia, en sus dimensiones más espirituales como en las más terrenales. De la mano del convertirme en mujer-madre, siendo yo tan llevada al mundo de las ideas e imaginerías, he experimentado la versión más concreta de la vida... y quisiera citar, a propósito de esto, el texto que encontré citado en otro blog de interés, que me pareció muy certero, y que habiendo sido escrito por un hombre, le agrega un valor especial...
Sobre todo he aprendido algo que siempre me costó: vivir en el presente... y es que Renata con su maravillosa presencia es lo que indica:
Ella tiene existencia real aquí y ahora: se hace presente con su respiración, con sus quejidos con los que reclama alimento, que la tomen en brazos, que la ayuden a dormir, que le canten canciones, que le muestren cosas nuevas...
Y vuelvo a escuchar en mi cabeza "Cero y uno" de Café Tacuba, y recién comprendo el título de la canción (ausencia / presencia)...
Nada con el "amor platónico" ni fantasías sobre su futuro. Ella es ahora.
Mi hija es presente a mi lado, con cada aprendizaje, cada gesto que incorpora y practica... con su forma de mirar las cosas, de disfrutar cada día de un modo nuevo, de mover sus manos, sus piececitos, de hacerse cariñito en la cabeza y chupar su manito, de seguirme con la mirada como entendiendo que la mamá se mueve y no desaparece... o como ayer que la ví muy atenta tocando el borde del moisés, ensayando sus primeros tactos voluntarios...
No me la quiero perder ni un minuto, y es lo que más lamento de tener que volver a trabajar, pues no pasa mucho rato y la echo de menos, cada vez que no estoy con ella, y cada día despierto ansiosa por ver cómo despierta, por tomarla en brazos, llenarla de besos y buscar sus sonrisas... Más ahora que empiezan a ser más evidentes sus aprendizajes, me da pena pensar que me pueda perder alguno de sus magníficos logros...
Pero bien, comenzamos una nueva etapa, y estoy muy esperanzada de que siga siendo todo tan hermoso como hasta ahora.
Agradezco en especial la compañía y apoyos que se nos ofreció en estos meses.
En la foto, Renata sonriéndome en uno de sus maravillosos despertares.
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4 comentarios:
Lo va a seguir siendo, Ale.
Cada etapa tiene su encanto. Los míos tienen 6 años y medio Luisina y 2 años y medio Valentino. Y te aseguro que son disfrutables de principio a fin. Cada año de sus vidas, cada mes, cada día...
Le vas a encontrar la vuelta para disfrutar a full cada minuto que compartan. Esto que contás habla de vos como una madre muy amoroso, por lo que no me caben dudas.
Felicidades!!! Y besosssssss.
Que hermosa tu Renata!
Felices 3 meses!!
Disfruta cada minuto... esta época es tan bonita, dependen todo de uno... Las sonrisas más lindas se las dedican a la mamá y uno muere de amor por ellos. Duran muy poco tiempo pequeñitos dependientes y en menos de lo que uno quiere, crecen y ya no quieren tantos mimos como antes- Los ves siempre pequeños, pero te das cuenta que ellos quieren más independencia a medida que se hacen mayores.
Por eso no tengas miedo, abrázala, bésala! Mucho es poco! Disfruta su presencia en la medida de lo posible y cuando vuelvas a tu trabajo, recuerda que la calidad de tiempo es mejor que la cantidad!
Felices 3 mesesitos!
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